Un documento interno de la administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, señala que las armas químicas, generalmente el gas sarín, fueron empleadas varias veces durante el conflicto. Unas 150 personas podrían haber muerto por ataques de armas químicas a "pequeña escala" en Siria, según el informe.
La información fue confirmada por el viceasesor para la seguridad del presidente de EE.UU., Ben Rhodes.
"Después de un estudio detallado, la inteligencia [de EE.UU.] considera que el Gobierno de Al Assad ha usado armas químicas contra la oposición, concretamente gas sarín, a pequeña escala y en numerosas ocasiones durante el año pasado", dijo Ben Rhodes en una conferencia de prensa. Añadió que los especialistas norteamericanos han analizado informes de "numerosas fuentes independientes". Francia y Reino Unido también habían enviado a EE.UU. pruebas del uso de armas químicas.
El viceasesor de Obama anunció que con el uso de armas químicas las autoridades sirias "cruzaron la línea roja".
Por otro lado, señaló que no hay evidencias “fiables” de que la oposición siria haya utilizado armas químicas, según la Casa Blanca. Además, Barack Obama planea ampliar "el alcance y la escala de la ayuda a los rebeldes sirios" e incluso ofrecerle "asistencia directa" al Consejo Militar Supremo de la oposición, dijo Rhodes. "Esto incluye ayuda militar", agregó. Fuentes citadas por Reuters dicen que Obama ya ha autorizado el envío de algún armamento a la insurgencia.
Aun así, Washington expresó su disposición a continuar las negociaciones pacíficas con Siria.
El Gobierno estadounidense ha compartido su información sobre el uso de armas químicas en Siria con sus socios internacionales y con la ONU y mantendrá consultas con Rusia sobre Siria en la próxima cumbre del G8.
A diferencia de los servicios de inteligencia de EE.UU., la comisión especial de la ONU que está investigando las posibles violaciones de los derechos humanos cometidas en Siria, anunció en su momento que "hay sospechas fuertes y concretas" de que "son los opositores al régimen los que han utilizado gas sarín".
La semana pasada el canciller ruso, Serguéi Lavrov, ya advirtió de que el supuesto uso de armas químicas en Siria podría usarse como pretexto para una intervención militar en ese país.