Las autoridades afirmaron que utilizaron la fuerza contra los manifestantes para prevenir que afectasen a la celebración del partido. Según la Secretaría de Seguridad, 16 personas fueron detenidas y 27 resultaron heridas, incluidos cuatro policías.
Medios locales informaron que además de bombas de gas y aerosoles de pimienta, la Policía empleó balas de goma para dispersar a los manifestantes.
Pese a las protestas el partido no fue suspendido, y Brasil se impuso 3-0.
Valorizado en 600 millones de dólares, el estadio de Brasilia es uno de los más costosos de los seis construidos para alcanzar los requisitos de la FIFA para celebrar la Copa Mundial de 2014.