Lo que ocurre en esa región es solo una muestra de la realidad que viven los niños en el país sudamericano en el marco del conflicto armado. Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, desde 1980 hasta abril de 2013 murieron en medio de esta guerra unos 500 menores, y casi mil quedaron huérfanos solo este año.
Los actores del conflicto hacen caso omiso a las peticiones de la comunidad, que les exige que no se acerquen hasta la zona escolar para que los niños no queden en medio de los enfrentamientos, sin embargo las paredes de algunas escuelas aún conservan las huellas de los enfrentamientos entre los grupos armados.
Los campesinos de la zona aseguran que no hay el mínimo respeto hacia la población civil. "Cuando hay combates entre el Ejército y la guerrilla afecta mucho [al proceso educativo], porque se suspenden ocho días o quince días de clase", explica Jairo Yatacue, un padre de familia de un colegio de la región.
En esta comunidad colombiana, hechos como el acaecido en México, cuando una profesora dictaba clases y quedó en medio de una balacera, parecen ser muy comunes. Las inocentes criaturas en estos salones constantemente ven sus clases interrumpidas por cruentos enfrentamientos, en sus mentes mantienen fresco el recuerdo de los sonidos de la guerra.
Y mientras los grupos armados continúan desarrollando su guerra a muerte al lado de la población civil, los niños continúan aprendiendo cómo vivir en medio de las balas y esperando que algún día sus inocentes juegos y clases no sean interrumpidos por disparos y explosiones.
Reclutamiento de niños
Según el analista político y experto en América Latina David Palacios Jaramillo, los niños son forzados por los brazos armados para que formen parte de sus filas. El último informe de la ONU indica que en 2012 se registraron más de 300 casos, 188 de ellos vinculados con las FARC, y coloca a Colombia en la lista de naciones donde se da esta infracción, en la que destacan países como Malí, Afganistán, Irak, Siria y Libia."Están acostumbrados a vivir en entornos violentos y acceden con más facilidad a estos grupos. Además, ahora existen armas que son más fáciles de llevar, lo que ha aumentado el rango de actividad de estos infantes que, por su parte, quieren vengarse de las atrocidades que han vivido", explica.