Según la emisora rusa 'La Voz de Rusia', estas fotografías evidencian la evolución futura de la doctrina militar de China y del uso de armas nucleares. Si China está realmente trabajando en un cazabombardero de largo alcance, se convertirá en el tercer país, después de EE.UU. y Rusia, que realiza un proyecto similar. Al mismo tiempo, y tomando en consideración la poca experiencia de China en este área, el coste financieros y la complejidad técnica del proyecto serían enormes.
El nuevo cazabombardero de China podría ser aún más ambicioso que el estadounidense B-2 Spirit, cuyo coste total de desarrollo y producción ascendió a cerca de 45.000 millones de dólares. Los aviones chinos probablemente alcanzarán una velocidad supersónica y, si el programa no se queda en fase diseño, podría tratarse de un paso político muy importante, ya que conllevaría una considerable asignación de recursos dentro del presupuesto de defensa, indican los expertos.
Otra ventaja importante del bombardero es que, a diferencia de un misil balístico, puede operar no sólo con munición nuclear, sino también con munición convencional.
Además, los planes de aplicación no nuclear del avión podrían ser un indicio de la ampliación del área de influencia del Ejército Popular de Liberación de China mucho más allá de la región Asia-Pacífico.
Si se confirma que la producción de la versión nuclear está en marcha, ello podría traducirse en el rápido crecimiento del número de ojivas nucleares chinas. La época en que el arsenal nuclear chino era el más pequeño de todas las potencias nucleares "oficiales" será un recuerdo del pasado, destacan los expertos.
Mientras tanto, Rusia se dispone a entregar a China el nuevo lote de cazas polivalentes Su-35. De momento, las partes están negociando los términos del contrato, informó a Itar-Tass una fuente en la esfera de la cooperación técnico-militar entre Rusia y otros países que participan en la exhibición internacional aérea de Le Bourget.