“Hay que tener en cuenta que la estrategia de EE.UU. y de la Unión Europea es una estratégica bélica”, sostiene Garzón.
El analista subraya que para Occidente “el conflicto de Siria es una fuente de ingresos”, razón por la que -sostiene- intentan prolongar el conflicto.
"Las economías estadounidense y de la Unión Europea tienen un 'feeling' muy fuerte con todo lo que es el armamento, una de las industrias más importantes, y para ellos el conflicto civil en Siria es una fuente de ingresos", dice Garzón.
Paralelamente, tiene lugar el intento de Occidente de "controlar todo lo que es Oriente Medio, una zona muy rica en recursos minerales, una zona muy rica en petróleo”. Según el analista la postura de EE.UU. y de la UE sobre el conflicto en Siria es “una forma también de presionar a otro gigante regional que es Irán”.
La polémica sobre el posible uso de armas químicas en Siria, que Occidente denuncia sin presentar pruebas concretas, es un instrumento para legitimar la invasión y conseguir bastante apoyo, opina Garzón.
"Utiliza ese miedo a su población, ese miedo a posibles atentados terroristas para legitimar su invasión. Recordemos que la estrategia en Siria no es diferente a la estratégica que se llevó al cabo en caso de Irak en 2003", explica el analista.