Durante una conferencia de prensa conjunta con Obama, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que la supervisión gubernamental de las comunicaciones por Internet debe permanecer dentro de los límites adecuados.
"He dejado claro que aunque sí vemos la necesidad de recopilar información, el tema de la proporcionalidad es siempre importante y el orden libre y democrático se basa en que la gente se siente segura", señaló Merkel.
"Es por eso que la cuestión del equilibrio y la proporcionalidad es algo que vamos a seguir discutiendo y donde hemos acordado un mayor intercambio de información entre el Ministerio del Interior alemán y las autoridades interesadas de los Estados Unidos", agregó.
Por su parte, Obama argumentó que los programas de vigilancia "han salvado vidas" y que al menos "50 amenazas evitadas".
Obama, anunció que desclasificará parte del programa de espionaje masivo PRISM que emplean sus servicios de inteligencia, con el objetivo de mejorar su transparencia y tranquilizar a la población.
Al referirse al tema de la Siria y los acuerdos logrados en la cumbre del G8, Obama dijo que no puede detallar los programas de ayuda a la oposición siria.
Esta visita oficial del presidente estadounidense a la capital alemana tiene lugar pocas semanas después de que el ex informático de la CIA Edward Snowden filtrara documentos que revelaban un programa de espionaje en internet promovido por el Gobierno de Washington.
EE.UU. ha pedido a grandes compañías como Microsoft, Google, AOL, Skype, YouTube y Facebook que autoricen a las agencias estadounidenses el acceso libre a los datos personales de los usuarios de internet que hacen uso de sus servicios, empleando un programa de alta seguridad llamado PRISM, de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU., (NSA, por sus siglas en inglés).
En su primera visita oficial a Berlín, un viaje pendiente desde que hace más de cinco años llegó a la Casa Blanca, el presidente Obama desea reforzar los lazos con la principal potencia europea y con su canciller, Angela Merkel.
Obama llegó este martes por la tarde a la capital alemana tras concluir la cumbre del G8 en Irlanda del Norte y permanecerá poco más de 24 horas en la ciudad, donde pronunciará un esperado discurso ante 4.000 invitados reunidos en la Puerta de Brandeburgo.
Asuntos polémicos como la decisión estadounidense de enviar armas a la oposición siria o su programa de espionaje masivo en internet amenazan con opacar la visita, pero ambos gobiernos han preferido poner el acento en los puntos de consenso, como el inicio de las negociaciones para firmar un acuerdo de libre comercio entre EEUU y la UE.
Los manifestantes también protestaron por las promesas no cumplidas del mandatario estadounidense como el cierre de la cárcel de Guantánamo además del uso de aviones no tripulados, que han acabado con la vida de civiles en países como Pakistán.