Además de Rusia, en su 'Informe sobre Tráfico de Personas 2013' el Departamento de Estado ha rebajado la posición de Uzbekistán, colocándolo en el mismo grupo de países como Cuba, Siria, Irán y Corea del Norte, entre otros. Hasta el momento, este grupo cuenta con 20 países de los 188 analizados. Cuba ha rechazado firmemente su inclusión en la ‘lista negra’ de EE.UU. sobre la trata de personas.
Las sanciones, que podrían ser activadas contra estos países, abarcan desde la congelación de los intercambios culturales y educativos, hasta el bloqueo por parte de EE.UU. de las ayudas del FMI y el Banco Mundial a esos países. Según la legislación estadounidense, las sanciones pueden entrar en vigor el 1 de octubre, siempre que el presidente Barack Obama considere que no contravienen los intereses nacionales del país.
Tanto China como Rusia llevaban ya siete años consecutivos en la lista de vigilancia del Departamento de Estado sobre tráfico de personas paso previo para entrar en la 'lista negra'.
Rusia, que no ha hecho comentarios al respecto, ya ha indicado anteriormente que el problema del tráfico de personas en EE.UU. es también una cuestión preocupante. Así, el año pasado tras la publicación del mismo informe, que fue criticado por otros países por su carácter politizado y lleno de prejuicios, el representante oficial del Ministerio de Exteriores ruso, Alexánder Lukashévich subrayó que EE.UU. siempre había sido uno de los mayores traficantes de personas a nivel mundial. Según defensores de los derechos humanos, indicó Lukashévich, de los 12 millones de inmigrantes que hay en EE. UU., entre 100.000 y 500.000 personas son víctimas del tráfico con fines de explotación laboral cada año.
Según los datos del Consejo de Europa, alrededor de 4 millones de personas caen en las redes del tráfico de personas, que mueve al año 40.000 millones de dólares.