"Brasil es el país de América Latina que ha logrado mayores avances en la lucha contra la pobreza y que ha sacado una mayor cantidad de gente de la miseria absoluta", explica Cabrera a RT. "Esta mejora en el nivel de vida, indudablemente, eleva el nivel de las aspiraciones de la gente" que -explica- antes "luchaba por tener un techo y no vivir en las favelas", y ahora, con la subida del nivel de la vida, "ve que puede tener más y que tiene derecho a salud, a educación, a un transporte público barato", entre otros bienes sociales.
Además, los manifestantes ponen al descubierto que aunque en las políticas de Dilma Rousseff y su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, ha habido avances, "también hay retrocesos" como lo es "el aumento de la desigualdad".
"Curiosamente, el Gobierno parece estar en la oposición y también en el poder", concluye el experto. Por eso las reacciones de las autoridades han sido "un poco contradictorias", sostiene. Por un lado, hay informaciones de que los servicios secretos empiezan a vigilar a los activistas en las redes sociales para evitar mayores destrucciones, mientras que, por otro lado, el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) insta a su militancia a apoyar las protestas.
El elevado desembolso en la organización de eventos deportivos como la Copa del Mundial de fútbol y la subida de las tarifas de transporte público encendieron la indignación de los brasileños, que en los últimos días airean sus reivindicaciones en las calles de diferentes ciudades del país.