Denuncian negociaciones directas entre China y los talibanes

La creación de una oficina talibán en Qatar indica que el actual proceso de reconciliación en Afganistán avanza positivamente, según China. La revista 'Foreign Policy', a su vez, sostiene que Pekín está en contacto directo permanente con el grupo.
"China siempre ha apoyado un proceso de reconciliación administrado por los mismos afganos", puntualizó el miércoles la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, en una rueda de prensa, comentando la apertura de la oficina del movimiento talibán en la capital qatarí, Doha.

Según detalla, por su parte, la revista estadounidense 'Foreign Policy' haciendo referencia a sus entrevistas con numerosos funcionarios y analistas tanto en Pekín, como en Washington, Kabul, Islamabad y Peshawar, desde hace años China lleva a cabo negociaciones directas con los talibanes y a lo largo de los últimos 18 meses ha estado intensificando estos contactos. Aún más: en los encuentros con oficiales estadounidenses la parte china mencionó la existencia de este vínculo.

Las fuentes, cuyos nombres la revista evita mencionar, detallan que los encuentros entre representantes del Gobierno chino y los talibanes suelen tener lugar en China y también en Pakistán, donde está instalada la Quetta Shura, el consejo supremo militar de los talibanes afganos. Según las mismas fuentes, China es el único país (exceptuando Pakistán) que mantiene un contacto directo con la Quetta Shura.

Comentan que las negociaciones no se centran en el proceso de la reconciliación afgana, sino que tienen como objetivo defender los intereses de Pekín. Las cuestiones discutidas varían desde asuntos de seguridad y las amenazas procedentes de los grupos separatistas en la región autónoma china de Xinjiang hasta la protección de las inversiones chinas en recursos naturales afganos.

La prioridad del Gobierno chino es asegurar que ningún territorio bajo el control de los talibanes sirva de base para los insurgentes uigures. El movimiento independentista dentro de esta minoría musulmana que vive principalmente en Xinjiang (en el noroeste de China) siempre ha sido una de las mayores preocupaciones de Pekín.

En cuanto a los intereses financieros de Pekín, cabe recordar que en 2007 la empresa estatal China Metallurgical Group Corporation pagó 3.000 millones de dólares por el derecho de explotar Aynak -el segundo yacimiento de cobre más grande del mundo- durante los próximos 30 años. La mina se encuentra en medio de la mayor ruta de tránsito de insurgentes provenientes de Pakistán y es controlada por el grupo extremista Haqqani, un aliado próximo de los talibanes.

Según 'Foreign Policy', el hecho de que China esté negociando activamente con los talibanes testimonia que no confía mucho en el éxito de las negociaciones de paz entre el movimiento talibán y la Administración del presidente Karzai, y que se está preparando para tratar con cualquiera de las fuerzas políticas que finalmente tomen el poder en Afganistán, después de que las tropas de la OTAN se retiren del país en 2014.