La enmienda introducida en el proyecto de ley migratoria prevé asignar 21.000 efectivos más para que vigilen la frontera, lo que significa que su número total llegará a unas 40.000 personas. Estipula, además, recurrir al uso de radares, 'drones' y vehículos aéreos tripulados y finalizar la construcción de la valla 'defensiva' entre los dos países. Estos cambios costarán entre 40.000 millones y 50.000 millones de dólares al presupuesto estadounidense, frente a los 6.500 millones que se planeaba invertir inicialmente.
Sin embargo, los demócratas sostienen que vale la pena, ya que les permitirá atraer hasta 60 votos republicanos a la reforma que abrirá paso hacia la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes ilegales que residen hoy en día en el país. Según los especialistas, cualquiera que sea la inversión al respecto estará justificada.
Cabe recordar que el martes la Oficina de Presupuesto del Congreso de EE.UU. (CBO, por sus siglas en inglés), agencia federal encargada de suministrar datos económicos al Congreso, presentó su informe sobre la reforma migratoria. El documento calcula que una vez en vigor, la ley reducirá el déficit del presupuesto estatal en unos 900.000 millones de dólares.
Más concretamente, los cambios en gastos directos e impuestos que se darán tras la legalización de los indocumentados reducirán el déficit presupuestario en 197.000 millones de dólares entre los años 2014 y 2023 y en otros 700.000 millones de dólares entre los años 2024 y 2033.
Esto sucederá gracias al aumento del número de gente que empezará a trabajar legalmente, con lo cual empezará a pagar impuestos e invertir sus ganancias, elevando además la productividad en general. Al mismo tiempo su aparición en el mercado laboral oficial reducirá hasta cierto grado los salarios promedios. Una fuente más de ingresos serán las multas y los costos de aplicación que los inmigrantes tendrán que pagar a la hora de formalizar su nuevo estatus legal.