La Superluna del domingo alcanzó su máxima plenitud a las 7:32 GMT, cuando se acercó a unos 357.000 kilometros de la Tierra, el punto más cercano de su órbita respecto a nuestro planeta.
La Superluna es un 14 por ciento más grande y un 30 por ciento más brillante que la Luna llena en su punto más alejado del planeta. Pero a pesar las numerosas creencias sobre la influencia de la Luna llena, los científicos aseguran que la Superluna ni es responsable de los desastres naturales, ni del nacimiento de niños ni de otras supercherías, como la que afirma que vuelve loca a la gente.
"No debe ocurrir nada extraordinario, más allá de las concentraciones de la gentes que se reunirá para ver la Luna", sostiene Noah Petro, cientifico de NASA.
"Una gran cantidad de estudios sobre este tipo de cosas han sido realizados por científicos del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS) y otras instituciones", recuerda el geofísico John Bellini a la revista 'LiveScience'. "No han encontrado nada importante en absoluto", aclara.
Tradicionalmente, la Luna llena de junio se denomina Luna Llena de la Fresa, porque junio es el mes de cosecha de dicha fruta. En Europa también se la llama Luna de la Rosa.
Este año la Superluna aparece dos días después de otro fenómeno astronómico, el solsticio de verano, que marca el comienzo oficial de esta estación en el hemisferio norte y que coincide con el día más largo del año.