El suministro se realiza en el marco del plan de modernización del equipamiento militar de las tropas anunciado en 2012. Antes, los productores de cada elemento del complejo Iskander-M enviaban por separado las ojivas, los misiles portadores, máquinas de control y plataformas de lanzamiento, entre otras piezas. En esta ocasión, las baterías se entregarán con todos sus componentes.
El Iskander-M es un sistema tierra-tierra de alta precisión y con un alcance de 50 a 500 kilómetros. Usa dos tipos de misiles: el misil monoetapa 9M723K1 y el moderno misil de crucero R-500, invisible para los radares enemigos. El último no sigue una trayectoria puramente balística, ya que en la etapa final puede realizar giros bruscos y lanzar señuelos.
A diferencia de la versión exportable, el Iskander-E (con varias limitaciones impuestas por los acuerdos internacionales), el Iskander-M es considerado un misil más preciso con un margen de error de muy pocos metros.
El Iskander-M es considerado un elemento estratégico en las tensiones entre Rusia y EE.UU. por el escudo antimisiles que la OTAN está desplegando en Europa.