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De sirena a Venus de Milo

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El símbolo de la ciudad de Vladivostok no tiene suerte. Poca gente considera que el monumento de la sirena, o "rusalka" en ruso, instalado en el Golfo de Amur es una obra maestra, lo que llevó incluso a un acto de vandalismo, cuando alguien le quitó la cabeza. Después la 'habitante marina' desapa
De sirena a Venus de Milo

El símbolo de la ciudad de Vladivostok no tiene suerte. Poca gente considera que el monumento de la sirena, o "rusalka" en ruso, instalado en el Golfo de Amur es una obra maestra, lo que llevó incluso a un acto de vandalismo, cuando alguien le quitó la cabeza. Después la 'habitante marina' desaparició por completo.

El 2 de abril de 2010 todavía podía verse cubierta de hielo, pero por primera vez desde el año 2003 (cuando se instaló) los ciudadanos no la encontraron al día siguiente, la sirena se había ido 'buceando' entre las aguas.

Arenque seco de hormigón, así la llamaban aquéllos a quienes no les gustaba la estatua, comparando su belleza con la apariencia de un pescado seco que se come en Rusia para acompañar una copa de cerveza. Desaparició justo cuando el bloque de hielo se desheló y se la llevó hacia el mar. La primera versión, recordando el episodio de su cabeza, fue que la habían robado. La polícia y el alcalde de la ciudad se negaron a buscar el símbolo de Vladivostok que aparece en las tarjetas postales de la ciudad por la falta de valor del monumento.

Unos submarinistas voluntarios se encargaron de la búsqueda y el 5 de abril, tras una hora de buceo, encontraron la estatua en el fondo del mar. El agua derrumbó el pedestal sobre el que yace la sirena, lo que provocó el primer chapuzón del espíritu marino.

Los submarinistas añaden que esta inmersión puede convertirse en eterna, porque la 'rusalka' se convirtió en una 'Venus de Milo': como la famosa estatua de la diosa romana, la 'rusalka' de Vladivostok tiene una mano dañada. Los buceadores llegaron a la desconsoladora conclusión de que la escultura no se puede reconstruir, por lo que no tiene sentido sacarla a superficie.



* El juglar ruso más famoso fue un héroe de las canciones épicas de este país: el cantante profesional Sadkó, conocido como 'el visitante del comercio' de Nóvgorod la Grande. Con su maestría en el manejo de los gusli, conquistó al reino submarino, incluyendo a su mismísimo zar y a su bella hija Voljova. Según la leyenda, la alegría y los bailes de los habitantes submarinos fueron tales que la tormenta desencadenada en la superficie del mar causó enormes daños a los ciudadanos de la superficie. La aparición de un viejo 'bogatyr' (héroe guerrero de los cuentos rusos) obligó al zar marino a liberar a Sadkó, y a la zarina Voljova a convertirse en un río en el mismo terreno en el que la gente se veía obligada a arrastrar las barcas entre dos lagos. Desde aquel momento se dice que el mítico juglar abrió las rutas para las barcas desde Nóvgorod la Grande a los países lejanos.

La historia de Sadkó fue inmortalizada por el compositor ruso Nikolai Rimski-Korsakov en su ópera homónima.

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