Aunque el Ejército planeó y preparó los ejercicios con un año de antelación, la fecha exacta no fue establecida, por lo que el simulacro de los ataques fue una sorpresa para las propias tropas, que tuvieron que reaccionar adecuadamente a situaciones extremas.
Los ejercicios comenzaron con una 'advertencia de inteligencia' de que células terroristas planeaban llevar a cabo ataques a gran escala en Israel entrando en ciudades, matando a civiles y tomando rehenes y edificios.
Durante la operación, las fuerzas especiales de la Policía israelí, entre otras misiones, tuvieron que liberar a civiles secuestrados por presuntos terroristas. De acuerdo con los representantes de las Fuerzas de Defensa de Israel, el simulacro se saldó con decenas de civiles 'muertos' y unos 10 soldados 'asesinados'.
El ejercicio tenía como objetivo probar la habilidad de las Fuerzas de Seguridad de israelí. "El objetivo era practicar escenarios similares a los observados recientemente en Argelia. Tenemos muchas cosas que mejorar", dijo un alto cargo de las Fuerzas de Defensa de Israel citado por el portal 'Walla News', refiriéndose así al ataque del pasado enero al campo petrolero de Ain Amnas, en el sur de Argelia, durante el cual milicianos islamistas capturaron a más de 800 rehenes, según publicó el portal 'Times of Israel'.
No es la primera vez que el Ejército israelí lleva a cabo ejercicios de este tipo. A finales de abril, otro ejercicio militar simuló una guerra a gran escala con el Líbano. Una división completa del Ejército de Israel y unos 2.000 soldados de la reserva participaron en ese ejercicio en el norte del país. La decisión de iniciar el simulacro se basaba en las amenazas a la seguridad nacional de Israel a lo largo de su frontera con Siria y el Líbano.