Los proyectos incluían la creación de tiendas humanitarias, invernaderos, un pozo de agua y un panel solar. La orden de detener los trabajos se dio después de que el comité de supervisión de la Administración Civil de Israel, órgano de gobierno de Israel en Cisjordania, acordara discutir la legalidad de dichos proyectos. Si el comité, que se reunirá la próxima semana, decide que son ilegales, tendrá capacidad para ordenar su demolición.
El jueves por la mañana, dos inspectores israelíes llegaron a Susya acompañados por cuatro agentes de la Policía de Fronteras, y entregaron 40 notificaciones ordenando la paralización de las obras.
Según el medio israelí, las autoridades del país hebreo están preparando asimismo la documentación necesaria para una potencial demolición de la aldea. En este sentido, Nawaja Nasser, uno de los residentes en dicha población, dijo que rechazaría cualquier orden de evacuación y que "preferiría morir" antes que abandonar su hogar.
La Administración Civil ha manifestado en reiteradas ocasiones su intención evacuar el área por completo. La aldea palestina de Susya está situada en una zona fronteriza con un asentamiento israelí que lleva el mismo nombre. Unos 300 palestinos viven en ella, en chozas y tiendas de campaña.
Mientras tanto, los colonos israelíes han construido dos nuevas viviendas no autorizadas en el puesto fronterizo de Avigayil Mizpe, en Cisjordania.