Con estas palabras el portavoz de la cancillería rusa, Alexánder Lukashévich, respondía a las emitidas por el canciller saudita, Saud Al Faisal, quien responsabilizó a Moscú de un "flujo masivo de armas en apoyo al […] genocidio", como se refirió a la lucha de las fuerzas gubernamentales contra los rebeldes armados.
El representante de la cancillería rusa, condenó por su parte los "métodos y vínculos sospechosos" de algunos países en cuanto a la guerra en Siria. Esos Gobiernos "pretenden realizar sus ambiciones geopolíticas pagando con el derramamiento de la sangre y el sufrimiento del pueblo sirio", señaló Lukashevich.
Reiteró que Rusia, en cambio, siempre "ha orientado todos sus esfuerzos a poner fin a cualquier tipo de violencia" y a asegurar "una solución pacífica" al conflicto.