Como publica el diario 'Business Insider', la campaña resultó muy exitosa porque no se trata sólo de la recogida de firmas, sino de la activación política. Los internautas presionan al Congreso enviando cartas de los ciudadanos a sus representantes. Esta semana, el grupo StopWatching.Us envió alrededor de un millón de correos electrónicos a los senadores y otros representantes. Es más, los ciudadanos emplearon 15.000 minutos en hablar por teléfono con las oficinas de sus representantes.
¿Qué quieren los activistas?
Primero, demandan el cumplimiento de la ley que dice que la vigilancia general sobre las actividades en Internet y los registros de teléfono de cualquier persona que viva en los EE.UU. está prohibida. Por lo tanto, los internautas quieren que termine la práctica no sólo de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU., sino de otras agencias también.
Segundo, los activistas demandan crear una comisión especial para investigar, informar y revelar al público el alcance del espionaje interno estadounidense. Este comité debería crear recomendaciones específicas para la reforma legal y reglamentaria para poner fin a la vigilancia que, como acentúan los autores de StopWatching.Us, es contraria a la Constitución de EE.UU.
Tercero, los activistas demandan pedir cuentas a los funcionarios públicos que sean responsables de esta vigilancia inconstitucional.