Popham recordó que cuando terminó la Guerra Fría hace más de 20 años, tras la disolución de la URSS, EE.UU. llegó a ser capaz de alterar a su antojo las reglas mundiales declarando un "nuevo orden mundial" al suprimir el principio de necesidad de 'casus belli' para iniciar una intervención militar. Según Popham, las Guerras de Yugoslavia eran un cierto tipo de "laboratorio" para probar el intervencionismo de ese "nuevo orden mundial".
El presidente estadounidense George W. Bush contribuyó aún más a este proceso con su Doctrina de Agresión Positiva, que permitía a EE.UU. luchar contra regímenes extranjeros que representaran una supuesta amenaza para la seguridad del país.
Es inútil pretender que podemos imponer la paz y la justicia en todos los conflictos fuera de nuestras fronteras nacionalesDebido a las consecuencias de esta política, indica el periodista, en nuestros días somos testigos de conflictos devastadores en Afganistán, Irak y Libia. Popham agrega que "Siria también se está moviendo en la misma dirección, al tiempo que líderes occidentales están tratando de acelerar este proceso".
En respuesta a esta dirección que tomó la política estadounidense ya en 1994, Douglas Hurd, el entonces canciller británico, afirmó: "No tenemos un nuevo orden mundial. Tenemos un conjunto tradicional de desórdenes del mundo". "Es inútil pretender que podemos imponer la paz y la justicia en todos los conflictos fuera de nuestras fronteras nacionales", señaló Hurd.
Popham considera que estas declaraciones sirven perfectamente para reflejar la situación actual, pero no fueron escuchadas en aquel momento y tampoco serán atendidas ahora.
El periodista concluye que algunos líderes occidentales, sobre todo Barack Obama, David Cameron y François Hollande, siguen tomando acciones de acuerdo con sus principios neoimperialistas, y que si el presidente electo iraní, Hasan Rohani, no toma nuevas medidas acerca del programa nuclear, no se puede descartar la posibilidad de una guerra en Irán.