Este nuevo y peligroso coronavirus amenaza no solo a Oriente Medio, sino al mundo entero. El denominado 'coronavirus de Oriente Medio' -MERS-CoV- (Síndrome Respiratorio Coronavirus de Oriente Medio) fue descubierto en Jordania en marzo de 2012. En junio, tan solo unos meses después de su hallazgo, se habían registrado 77 casos, confirmados por laboratorio, de pacientes infectados con el MERS, 62 de ellas en Arabia Saudita. De los sauditas infectados, 34 fallecieron, señala el portal Foreign Policy.
Las autoridades sauditas ya han mostrado su preocupación. Y es que en octubre se espera que millones de musulmanes de todo el mundo acudan a La Meca, centro de peregrinación al que viajan anualmente millones de fieles.
En 2012, aproximadamente seis millones de peregrinos llegaron a Arabia Saudita para realizar los rituales asociados a la umrah, y se prevé que esta cifra aumente en 2013.
Millones de fieles cumplirán la obligación religiosa de dar siete vueltas a la Kaaba mientras realizan sus alabanzas a Alá y tener un grupo tan elevado de personas en un espacio relativamente limitado amenaza con convertir el emplazamiento más sagrado del islam en un lugar de transmisión a gran escala del peligroso coronavirus.
Aunque todavía se desconoce exactamente cómo se originó la enfermedad, sí se sabe que el coronavirus puede ser mortal. Además, los investigadores sostienen que el nuevo síndrome es incluso más mortífero que el SARS.
Al igual que el SARS, el MERS se propaga a través del contacto cercano, de instrumentos médicos compartidos y de la tos. Los primeros síntomas de este virus son fiebre y tos, que se agravan hasta causar una neumonía. Además, puede afectar a los riñones y puede transmitirse a través de la exposición a la orina contaminada.
Los expertos ya advirtieron recientemente que los países que tienen grandes concentraciones de personas en las que el MERS es un riesgo, deberían desarrollar planes específicos.