Aunque la mayoría de los niños a esta edad están ocupados aprendiendo a caminar y hacer garabatos, al pequeño Adam Kirby, le gusta leer Shakespeare, aprender vocabulario japonés, español y francés, indica el diario británico 'Daily Mail'.
El pequeño Adam, del sur de Londres, obtuvo una puntuación de 141 en el test de coeficiencia intelectual Stanford-Binet, superior a la de dos de los líderes más poderosos del mundo, Obama y el primer ministro británico David Cameron, a pesar de que ni siquiera es capaz de pronunciar oraciones completas.
Los padres del menor señalaron que se dieron cuenta de que su hijo era diferente cuando se cambiaba él mismo los pañales y leía libros recomendados para niños de siete años.
A sus 29 meses, Adam es capaz de deletrear cien palabras, domina las tablas de multiplicar hasta la del diez, conoce la tabla periódica y ha conseguido montar un mapa rompecabezas del mundo diseñado para adultos.
Los padres del niño, también miembros de Mensa británico, explican que su desarrollo ha sido "increíblemente rápido". "Solíamos mostrarle cartas con palabras como 'hipopótamo' y 'rinoceronte' en ellas y podía identificar a los animales correctamente la mayoría de las veces".