Se trata de un experimento realizado por unos periodistas israelíes que hacían un reportaje sobre el peligro para la seguridad pública que representan las armas de plástico imprimidas en 3D.
Primeramente los reporteros lograron llevar la pistola a la oficina del comité parlamentario de asuntos interiores de Israel, luego entraron con el arma a una reunión donde pronunciaba un discurso el primer ministro, Benjamin Netanyahu. Un reportero se situó con la pistola a unos pocos metros del alto cargo israelí.
Después del experimento el arma fue probada en una galería de tiro con una bala de combate y funcionó perfectamente. En respuesta al experimento un portavoz de la Knéset reconoció que el arma de plástico "pone absolutamente nuevas tareas para los controles de seguridad de Israel y del mundo".