Publicada una novela sobre los inmigrantes latinos en EE. UU.
El escritor estadounidense David Corbett publicó una novela 'Do they Know I'm Running?' ('¿Ellos saben que estoy corriendo?'), dedicada a los problemas del mundo corrupto y violento de la inmigración ilegal. El libro se basa en los hechos reales de la vida de los inmigrantes latinos en Estados Unidos.
"El padre de un marine latino me contó cómo el mismo Gobierno estadounidense un día reclutaba a su hijo para ir a Irak, y otro deportaba al padre a El Salvador", explicó el autor en una entrevista con Efe.
El protagonista de la novela tiene que cruzar las fronteras físicas de Estados Unidos, México, Guatemala y El Salvador, y morales y legales para traer a su familia al país en el que nació. Corbett cumplió el viaje por la misma ruta a Centroamérica para anotar los hechos y conocer a las personas que en realidad se enfrentaban a problemas semejantes.
El escritor, que trabaja como investigador privado de casos de bandas criminales y drogas en California sabe muco del “sentido trágico de vidas que al cruzar una línea (la del crimen de pandillas), no pueden volver atrás". "Conocí a esos jóvenes, pero también a sus padres, a sus madres, a sus familias. Me permitió conocer a gente que de otra manera no podría y recordar que, a pesar de sus crímenes, son todavía seres humanos", señaló Corbett.
El autor describe Centroamérica como un lugar de "gente generosa, trabajadora y decente", pero de una historia de gobiernos sumidos en la corrupción. "Los centroamericanos viven en una situación trágica y terrible. Quieren quedarse, la clase media quiere quedarse en su país, pero no hay futuro para sus hijos y tienen que marchar", asegura.
Corbett teme el odio y el enfado de grupos antiinmigrantes, cuya actividad eclipsa al público general en Estados Unidos que es consciente de la desesperanza de muchos centroamericanos, especialmente bajo las condiciones de la recesión económica. "Los grupos pro inmigrantes tienen que plantarse con coraje frente a los que inculcan el odio. Necesitamos más seres humanos sensatos que acallen esas voces", defiende.