Por más inverosímil que pueda parecer este caso, un muchacho ruso de 7 años de edad fue enviado solo en un avión, desde Washington a Moscú con un mensaje en el que estaba escrito que la familia adoptiva ya no le necesita.
El muchacho permaneció durante varias horas en una oficina policial en el centro de Moscú, adonde, según RIA Novosti, le acompañó una persona adulta a la que los padres adoptivos conocieron a través de Internet y a la que pagaron para que recibiera al pequeño en el aeropuerto.
Las autoridades trataron de entender cómo había sido posible y establecer la identidad del menor. Los documentos que llevaba consigo el muchacho, ayudaron a esclarecer la situación. Tiene 7 años de edad, pasaporte ruso y se llama Artiom Savéliev. Los documentos que tiene atestiguan que en septiembre de 2009, una familia estadounidense le adoptó a través de una agencia acreditada, que le llevó a EE. UU. y le dio el nuevo nombre: Artiom Justin Hansen. Antes Artiom vivía en un orfanato en la ciudad de Vladivostok, en extremo oriente de Rusia.
Según comentó el defensor de los derechos de la Infancia en Rusia Pável Astájov, los representantes de la embajada de los Estados Unidos, al informarse sobre el suceso, llegaron a la oficina policial y trataron de llevar a Artiom consigo bajo el pretexto de que era ciudadano estadounidense. Pero el pequeño viajero tenía sólo el pasaporte ruso y no volvió al territorio norteamericano.
Astájov explicó que los padres adoptivos le devolvieron a Moscú con varias infracciones de Derecho internacional. Asimismo el oficial citó la carta de la persona que le adoptó. El mensaje informa que es un niño psicológicamente inestable, un hecho del que no la informaron los órganos de tutela rusos, y por eso ella quiere anular la adopción.
“No es la forma apropiada de rechazar la adopción”, comenta Astájov. “Se trata de un niño pequeño, tiene sólo 7 años. Está muy cansado del vuelo.” Ahora las autoridades están estudiando las cuestiones legales acerca del caso, así como el estado de la salud de Artiom, también tratando de entender si sus padres adoptivos le habían ofendido. El defensor de los derechos de los niños subrayó que a la primera vista es un muchacho normal y sano.
Según explicó Pável Astájov citado por la agencia noticiera RIA Novosti, las autoridades van a supervisar la vida del niño, y si en EE. UU. no le necesitan, en Rusia no le rechazarán. “Creemos que hay que aplicar un mayór control en el proceso de adopción de niños”, afirmó el defensor.
Desgraciadamente, los escándalos vinculados con la adopción de niños rusos por los extranjeros no paran. Se puede decir que Artiom Savéliev tuvo suerte al poder regresar a su patria. Desde 1991, 16 hijos adoptados de Rusia murieron a causa de las torturas que les hicieron sufrir sus padres adoptivos de los Estados Unidos. El último caso de Vania Skorobogátov causó la indignación pública y planteó la posibilidas de la suspensión de la adopción de los niños rusos por los padres de otros países.