Los arzobispos votaron unánimemente a favor de pedir disculpas oficiales durante la reunión del Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra en York.
Esta decisión reitera las disculpas pedidas "sinceramente" por los arzobispos de Canterbury y York "por el fallo de la Iglesia al no proteger a los niños, jóvenes y adultos del abuso físico y sexual de los sacerdotes y por no haber escuchado bien a las víctimas".
Enfrentar el asunto fue "absolutamente agonizante", y "la cultura y las acciones dentro de la Iglesia deben cambiar completamente", dijo ante el Sínodo Justin Welby, el arzobispo de Canterbury.
"No pedimos disculpas para demostrar lo mal que nos sentimos por los fallos cometidos por nuestro bien, por la protección de la Iglesia. Lo hacemos porque debemos vivir en la justicia de Dios y pagaremos ante Dios nuestros fallos", dijo.
Los fallos de la Iglesia no son un pecado menor que el cometido por los abusadores, porque la Iglesia no escuchó a las víctimas e hizo que vivieran con el daño antes de ayudarlas a superarlo, dijo Paul Butler, el obispo de Sowthwell y Nottingham.
Entre los casos más recientes de los sacerdotes abusadores se encuentran los del cura jubilado Keith Wilkie Denford y el organista Michael Mytton, que fueron acusados de haber abusado de dos y tres niños, respectivamente. Otro caso es el de Canon Gordon Rideout, de 74 años, que fue condenado a 10 años de prisión por 36 abusos cometidos contra niños de ambos sexos.