Un australiano, un estadounidense, un británico y un español resultaron heridos leves y fueron hospitalizados, aunque ninguno corneado por un toro, según un primer balance de las autoridades. Seis mastodontes de más de media tonelada cada uno se liberaron por las calles llenas de corredores vestidos de blanco y rojo.
Según Marcos Sales, un corredor español de 35 años, cada año el peligro aumenta debido a la gran cantidad de gente y a los corredores inexperimentados. En 2012, 20.700 corredores participaron en los ocho encierros de las fiestas, es decir, una media de 2.587 por día y cada año entre 200 y 300 resultan heridos, un 3% de gravedad.
La partida tuvo un retraso de 19 minutos debido a que unos supuestos separatistas vascos enmascarados colgaron sobre la fachada del ayuntamiento una gran bandera vasca, que finalmente fue quitada por la Policía. Un total de 15 personas han muerto a causa de los toros desde que se tiene registro, desde 1924.