La suposición de que el país había prohibido la entrada a unos 60 funcionarios rusos que figuran en la lista elaborada por un grupo de investigadores estadounidenses por vínculos con el caso Magnitski fue originada por una reciente publicación del periódico 'The Daily Telegraph'. El rotativo citó la respuesta del ministro de Inmigración a una cuestión del parlamentario Dominic Raab.
Las autoridades, rezaba la carta de respuesta, adoptaron "todas las medidas pertinentes para que no se les expidan visados de entrada al Reino Unido" a las personas que figuran en dicha lista. Cuando la noticia se difundió por los medios, el funcionario prefirió retractarse de esa fórmula y cambiarla por otra.
Harper pidió a la editorial Hansard, que publica los documentos oficiales del Gobierno británico, que cambiara "lo antes posible" el texto enviado previamente. La carta revisada expone: "Cualquier solicitud de visado para la entrada [de personas vinculadas al 'caso Magnitski'] en el Reino Unido será examinada individualmente tomando en consideración lo específico de cada caso particular de conformidad con nuestra práctica habitual".
La diplomacia rusa había tachado de provocación las especulaciones al respecto y afirmó que no había recibido ninguna notificación oficial sobre la introducción en el Reino Unido de ninguna lista restrictiva.