David vence a Goliat: una pequeña firma se negó a entregar información a EE.UU.

Una pequeña compañía estadounidense, XMission, ubicada en el estado de Utah salta a la fama por negarse a entregar información sobre sus clientes al Gobierno de EE.UU.
La estrecha cooperación entre las compañías de tecnología y los servicios de inteligencia estadounidenses ha estado recientemente en el punto de mira de la opinión pública, pese a que los grandes de Silicon Valley intentan distanciarse de los polémicos programas de vigilancia del país divulgados por Edward Snowden. Sin embargo, los clientes de una pequeña empresa de alta tecnología sí pueden confiar en que sus datos no sean entregados fácilmente a las autoridades. 

De acuerdo con el diario británico 'The Guardian', se trata de un 'pez pequeño', con apenas 30.000 abonados, y opera desde sus oficinas en Utah, precisamente el estado donde la NSA planea construir un nuevo centro masivo de datos, según apuntó Snowden en una entrevista publicada recientemente.

La compañía se llama XMission y fue el primer proveedor de servicios de Internet de Utah. No obstante, su larga trayectoria no es lo único por lo que destaca esta firma. Y es que durante los últimos 15 años ha estado blindando la privacidad de los clientes ante los 'espías' del Gobierno, una práctica que la competencia, compuesta por grandes empresas, no parece aplicar del mismo modo.

La empresa rechazó numerosas peticiones sin orden judicial de las autoridades locales, estatales y federales, amparándose en la Cuarta Enmienda de la Constitución. Según el fundador y director ejecutivo de la firma, Pete Ashdown, cada vez que recibían una petición por parte del Gobierno, este respondía que requería la orden necesaria para hacerlo. "Les decía: 'Por favor, envíenos una orden', y entonces no seguían adelante" con esa solicitud, asegura.

De hecho, desde 1998 la firma rechazó docenas de solicitudes de aplicación de la ley, alegando que violaban la Carta Magna de EE.UU. y la ley estatal. Ashdown únicamente cedió una vez a una solicitud del FBI, respaldada por una orden del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera. 
 
Ashdown aseguró que no había recibido solicitudes de información de la NSA pero apuntó que le resulta cuanto menos irónico que el nuevo gran centro de datos de la agencia se vaya a construir en el mismo estado en el que se encuentra su empresa.
 
Asimismo, el fundador de la pequeña empresa lamentó que a la hora de escoger proveedores de Internet la mayoría de la gente preste poca atención a la privacidad. "Por desgracia, [la privacidad] no es algo en lo que la gente piense. Ponen el nombre [de la compañía] y el precio por encima de la privacidad", aseguró.