De tal modo, se revela que la compañía AT&T, cobra unos 325 dólares por activar el servicio de “espionaje telefónico” y 10 dólares diarios para mantenerlo. Mientras que las empresas menores, tales como Cricket y U.S. Cellular ganan unos 250 dólares por escucha. Los portavoces de Facebook aseguraron que no le cobran al Gobierno por darle acceso. Y las compañías Microsoft, Yahoo y Google no brindaron ninguna información al respecto.
Los nuevos detalles sobre el espionaje realizado por Washington conmovieron a millones de clientes de estas empresas, aunque algunos analistas políticos consideran que este giro en la reveladora historia, sacada a la luz por el excolaborador de la CIA Edward Snowden, era previsible.
“Es una burla adicional a los ciudadanos, pues también pagamos a las compañías privadas para que nos puedan espiar”, comenta el analista político Miguel-Anxo Murado. “Pero eso está dentro de la lógica de este tipo de programas secretos, en los que el secreto lo justifica todo, hace que no se pueda fiscalizar, no se pueda tener el control sobre estos programas especiales, pero luego además sirven para que algunas personas hagan negocios”.
Es una burla adicional a los ciudadanos, pues también pagamos a las compañías privadas para que nos puedan espiarA su vez, los defensores de la intimidad exigen que las empresas revelen cuánto cobran y avisen a sus clientes cuando ellos estén siendo monitoreados. También algunos activistas creen que el hecho de que las compañías tecnológicas cobren por cooperar con Washington, es algo positivo, ya que da cierta posibilidad de registrar algunos casos de vigilancia.
“No queremos que la vigilancia se convierta en una fuente de ganancias. Pero siempre conviene cobrar un dólar. Crea fricción y crea transparencia, porque deja un rastro que se puede rastrear”, explicó Christopher Soghoian, principal experto en tecnología de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).
Las compañías de comunicación suelen colaborar con la Casa Blanca de forma gratuita y operativa en los casos de emergencia, tales como las pesquisas de un niño secuestrado, pero la sociedad norteamericana ha reaccionado con indignación por el espionaje sistemático de millones de ciudadanos por parte de la Agencia Nacional de Seguridad.