El rotativo inglés 'The Guardian' reprodujo las declaraciones de un empleado de la prisión (que pidió el anonimato): "No queríamos que se volviera loco", justificó.
El terrorista fue capturado en Pakistán en marzo de 2003 por el servicio de inteligencia norteamericano. Luego de permanecer en una cárcel secreta de la CIA en Rumania, cerrada en 2006, el pakistaní confesó su culpa y se autoproclamó el autor intelectual de los atentados en Nueva York del 11 de septiembre de 2001. Fue acusado en 2008 por crímenes de guerra y asesinato por una comisión militar estadounidense. En la actualidad Mohammed está confinado en el centro de detención estadounidense de Guantánamo, en Cuba.
El hombre fue sometido a brutales torturas; entre otras prácticas, sufrió 183 sesiones de ahogamiento simulado y se le obligó a permanecer despierto durante 180 horas. Pero la CIA todavía lo necesita y lo necesita sano a fin de que pueda enfrentar con plenas facultades la pena capital en caso de ser condenado. Por esta razón le permitieron maniobrar el electrodoméstico entregándole esquemas sacados de Internet que le sirvieron de guía.
De momento se desconoce si esta labor ayuda a que Mohammed goce de buena salud, aunque fuentes militares citadas por 'The Guardian' aseguraron que se mantiene sano. Otros dos terroristas sindicados como autores del mismo atentado no corrieron la misma suerte ya que uno sufre de trastorno de estrés postraumático y el otro padece esquizofrenia. El abogado de ambos, Thomas Durkin, explicó al periódico inglés que "cualquier forma de aislamiento prolongado en prisión —solo considerando lo que describe la prensa— produce un fuerte impacto en la condición mental del detenido".