"El número total de soldados, que forman parte de la inspección destinada a comprobar la capacidad de combate de las tropas es de más de 80.000", reza el comunicado del servicio de prensa del Ministerio.
En los ejercicios también participan cerca de mil tanques y vehículos blindados, 130 aviones militares, cazas y helicópteros de las Fuerzas Aéreas de Rusia, así como 70 barcos y buques de la Armada.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa del país, los ejercicios afectan a las tropas de los distritos central y oriental, así como a la flota del Pacífico y la Aviación Militar y del Transporte de Rusia, por lo que se puede calificar a esta inspección como la mayor en la historia postsoviética.
El inicio de las inspecciones sorpresas en el Distrito Militar del Este fue ordenado por el presidente ruso, Vladímir Putin, en el marco de su reunión con el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú.
"Ordeno llevar a cabo inspecciones sorpresa en el Distrito Militar del Este la noche del 12 al 13 de julio, establecer el estado de alerta y a continuación desplegar las tropas en campos de entrenamiento", pidió Putin.
El comandante supremo de las Fuerzas Armadas rusas no descartó que pudiera tomar parte en algunas actividades durante las inspecciones, que se prevé que finalicen el próximo 20 de julio.
Putin subrayó que durante la inspección debe prestarse una atención especial a operaciones marinas y submarinas, sobre todo en lo referente a la capacidad de rescate en el mar.
Según el mandatario ruso, las pruebas actuales se deben a la eficacia de los ejercicios anteriores llevados a cabo en otros distritos. "Esta práctica demuestra que las inspecciones de este tipo son muy útiles y eficaces en cuanto a la identificación de problemas existentes y su posterior resolución", señaló Putin.