El rápido deshielo se debe a la sensibilidad del permafrost a los cambios en la temperatura del agua de los océanos causados por el cambio climático global, así como el flujo de calor que viene del centro de la Tierra.
Este proceso provoca la emisión de cantidades significativas de metano, gas que causa un potente efecto invernadero que, a su vez, conlleva un mayor calentamiento de la atmósfera.
Anteriormente, los científicos consideraban que el permafrost del mar de Kara se extendía a unos 100 metros de tierra, 'encerrando' así el metano en el interior.
Sin embargo, la nueva investigación, cuyos resultados fueron publicados en las revistas 'Geophysical Research Letters' y 'Journal of Geophysical Research: Biogeosciences', mostró que la plataforma del mar se está calentando por ambas partes. Desde arriba se expone a la temperatura del agua del mar que se incrementa gradualmente debido al cambio climático, y desde abajo el permafrost se derrite a causa del calor que viene de las profundidades del planeta.