En la accidentada superficie del 67P/Churiúmov-Guerasimenko existen acantilados de una altura aproximada de un kilómetro y enormes rocas de unos 20 metros de diámetro, informa 'Daily Mail'.
La imagen fue captada por Rosetta y ha sido procesada por el astrónomo aficionado británico Stuart Atkinson. Aunque los acantilados se levantan casi un kilómetro, una persona podría sobrevivir saltando desde su cima gracias a la baja gravedad existente en la superficie del cometa.
La sonda Rosetta, lanzada en el 2004, entró en la órbita de este cometa el pasado mes de agosto. En noviembre, Philae, un pequeño robot que llevaba a bordo, se posó en su superficie. Ahora la nave acompañará al cometa durante su recorrido hacia el Sol. Está previsto que la misión concluya en diciembre del 2015.