El científico sostiene que las consecuencias de tal cataclismo podrían ser mortales para la Tierra. El mayor problema radicaría en las cenizas y los gases, informa el portal 'Livescience'.
Una gruesa capa de ceniza envolvería el planeta durante un máximo de 10 años, impidiendo que la luz solar llegara a la superficie, lo que contribuiría a su vez a que las plantas no pudieran hacer la fotosíntesis y producir oxígeno.
Parv Sethi subraya que la ceniza provocaría también lluvias ácidas, que podrían acabar con cualquier cultivo que sobreviviera al cataclismo y contaminarían las aguas subterráneas y la superficie del océano.
Por último las erupciones volcánicas suelen liberar dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero que en esas cantidades apenas permitiría a un ser vivo respirar.