Según la investigación realizada por científicos de la Universidad de Yale (EE.UU.) y publicada en el portal 'Science Daily', la respuesta se reduce a dos cosas: los contactos de la gruesa corteza terrestre y los granos minerales debilitados.
Esos efectos, actuando conjuntamente, pueden explicar una serie de movimientos relativamente rápidos entre las placas tectónicas de todo el mundo. Por supuesto, en este caso 'rápido' todavía significa un millón de años o más, explicaron los autores del estudio.
La gruesa corteza de los continentes, o las placas oceánicas, es barrida al interior de la zona de subducción -resultante de la capa superior más fría de la superficie rocosa de la Tierra- contactándola y provocando que la losa se rompa. El proceso de separación se acelera cuando los granos minerales en el inicio de la losa se debilitan haciendo que la losa se debilite rápidamente.