La máquina escanea los objetos con una cámara, previamente cortándolos en capas con el objetivo de mejorar el procesamiento de sus datos. Después la información tratada se cifra y se envía a una impresora 3D conectada a un ordenador en cualquier rincón del mundo, que reproduce su modelo reconstruido, informa 'The Telegraph'.
A pesar de que es un gran avance en la ciencia contemporánea la máquina tiene muchas deficiencias, dado que destruye las cosas y solo teleporta los objetos pequeños y de color negro. Sin embargo los ingenieros aseguran que harán todo lo necesario para la modernización del invento.