Los investigadores aseguran que su sistema podría enviar señales ópticas y fármacos directamente al cerebro, así como captar información a través de impulsos eléctricos para controlar continuamente los efectos de los distintos estímulos.
"Estamos construyendo las interfaces neuronales que van a interactuar con los tejidos de una manera más orgánica que los dispositivos que se han utilizado anteriormente", explicó Polina Anikeeva, profesora asistente de ciencias de los materiales e ingeniería del MIT.
La complejidad del cerebro humano hace que sea extremadamente difícil estudiarlo, no sólo por su tamaño, sino también por la variedad de métodos de señalización que utiliza simultáneamente, recuerda 'Daily Mail'.
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Las sondas neurales convencionales están diseñadas para captar un solo tipo de señalización, lo que limita la información que puede derivar del cerebro en un momento determinado.
Sin embargo, con el uso de estas nuevas fibras se podrían incluso crear mapas precisos de las respuestas que generan las diferentes regiones del cerebro o la médula espinal, agrega Anikeeva, lo que en última instancia también puede dar lugar a dispositivos de larga duración para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, por ejemplo.