De acuerdo con el biólogo evolutivo y filósofo de la Universidad Clemson en EE.UU. Kelly Smith, el autor principal del estudio, esa tendencia universal tiene connotaciones claramente religiosas y podría incluso haber establecido una base verdaderamente universal para el desarrollo de la moralidad, informa Science Daily.
Según Smith, la historia del universo sugiere una tendencia de creciente complejidad: estados de energía desordenados producen los átomos y las moléculas, que se combinan para formar soles y planetas asociados, en los que la vida evoluciona. La vida entonces parece exhibir su propio patrón de complejidad creciente, con organismos simples que se hacen más complejos con el tiempo de evolución hasta que finalmente desarrollan racionalidad y una cultura compleja.
Eso plantea, entre otras, la pregunta de si la creencia de que el universo tiende a producir complejidad y criaturas racionales constituye una creencia religiosa. "Esto no significa necesariamente que el universo tenga que haber sido creado por Dios, pero sugiere que el tipo de racionalidad que apreciamos no es un accidente", sostiene el filósofo.
Para Smith, las implicaciones morales que tiene esta idea poseen otras similitudes con la religión. Por ejemplo, si la evolución tiende a favorecer el desarrollo de la sociabilidad, la razón y la cultura, entonces sería lógico pensar que cualquier ser extraterrestre que está en el mismo universo habría evolucionado de manera similar, con lo cual sus compromisos morales básicos serían similares a los nuestros.
LEA TAMBIÉN: ¿La religión está en peligro de extinción?