El proceso se inicia cuando dos flujos de estrellas forman un puente entre las dos galaxias, el cual permite que parte de la materia de la NGC 7715 viaje hasta la NGC 7714. Las nuevas estrellas, que emiten una bruma dorada, se denominan Wolf-Rayet, informa el portal CNET.
La mayoría de estos objetos espaciales desde su nacimiento tienen masa y temperaturas excesivamente altas que superan en mucho las del Sol. Sin embargo, estas fuentes de luz envejecen y pierden masa muy rápidamente a causa de los fuertes vientos solares. Terminan su vida convertidas en supernovas.