Un equipo de científicos de la Universidad de McGill (Canadá) y de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) han llegado a la conclusión de que la corteza cerebral, tejido nervioso clave para las habilidades del pensamiento, percepción, imaginación, juicio y decisión, es de menor tamaño en los fumadores. En su experimento los investigadores analizaron a un grupo de más de 500 fumadores (244 hombres y 260 mujeres) con una edad media de 73 años por medio de imágenes de resonancia magnética, informa 'The Independent'.
Así, gracias a los escaneos y al uso de modelos estadísticos, los investigadores observaron que aquellas personas que habían dejado de fumar por un largo periodo de tiempo tenían la corteza cerebral más gruesa que aquellos que continuaban fumando o lo habían dejado recientemente (incluso si habían consumido cigarrillos por un periodo más largo de tiempo). Según ellos, aunque existe la evidencia de que dejar el tabaco puede 'devolver' grosor cerebral al individuo, aún es necesario realizar más estudios que lo confirmen.
La reducción de la corteza cerebral en esta región había sido relacionado con el envejecimiento y la reducción de la inteligencia. "Es importante saber lo que está asociado con la salud del cerebro en la vejez. Con estos datos hemos encontrado una pequeña conexión entre fumar y poseer una materia gris encefálica más delgada en algunas regiones", afirma Ian Deary, autor principal del estudio.