Según el diario 'USA Today', los especialistas aseguran que la 'fuga' de la bacteria Burkholderia pseudomallei del Centro de Investigación Nacional de Primates de Tulane, ubicado a unos 80 kilómetros al norte de Nueva Orleans, no representa ningún riesgo para la sociedad, pero el alcance de la contaminación sigue siendo desconocido.
La bacteria, que se origina principalmente del sudeste de Asia y el norte de Australia, puede transmitirse a los humanos y animales a través del contacto con el agua o el suelo contaminado. Ha sido clasificada como "un agente bioterrorista potencial".
El incidente probablemente tuvo lugar en noviembre pasado en el centro cuando los científicos estaban trabajando en desarrollar una vacuna contra la bacteria. Las autoridades afirman que el patógeno no ha sido detectado en terrenos al aire libre de la instalación. No obstante, cuatro monos mantenidos en jaulas al aire libre se contagiaron, y dos de ellos tuvieron que ser sacrificados.
Además, un inspector federal se enfermó después de visitar las instalaciones, aunque no está claro si estuvo expuesto a la bacteria antes de su visita en uno de sus viajes al extranjero.