Este nuevo adelantamiento de las agujas del simbólico reloj que marca cuánto tiempo queda hasta el Día del Juicio Final ha sido el segundo en los últimos tres años. En el año 2012 las adelantaron un minuto (de las 23.54 a las 23.55), también debido al cambio climático, informa 'Guardian'.
El año pasado fue el año más cálido de los últimos 130 años, pero lo que asusta más a los científicos es la incapacidad de los líderes mundiales de reconocer los problemas ecológicos.
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Las agujas del reloj simbólico, creado en el año 1947 para alertar sobre la amenaza de la Guerra Fría, se encuentran actualmente más cerca de la medianoche que en el año 1984, cuando se congelaron todas las conversaciones entre la Unión Soviética y EE.UU sobre el control de armamento. Hoy en día ya no señalan el peligro que podría provocar el choque de las dos potencias, sino que llaman la atención sobre los desafíos del cambio climático.
Según destaca Richard Somerville, profesor del Instituto de Oceanografía Scripps, las emisiones de gases de efecto invernadero, que provocan el cambio climático, aumentaron más desde el año 2000 que en las tres décadas anteriores sumadas. Sin embargo, los líderes internacionales no se empeñan mucho en tratar la cuestión. Por si fuera poco, todas las potencias nucleares siguen aumentando su cantidad de reactores y desarrollando los programas de armas nucleares.
Con el final de la Guerra Fría en el año 1991 el reloj se paró a los 17 minutos antes de la medianoche, pero ahora no nos quedan más que tres minutos hasta la llegada dl fin del mundo.
"No estamos diciendo que sea tarde para actuar, pero hay que comprender que nos quedan cada vez menos posibilidades para tomar medidas", comenta Kennette Bennedict, una de los representantes de la revista 'Bulletin of the Atomic Scientists', que creó el famoso reloj.