El cambio climático que se había producido en varias regiones de la América Latina moderna provocó la degradación de las ciudades: la gente comenzó a abandonar los asentamientos, que con el paso de tiempo desaparecieron, ha contado Patricia Castillo Peña a RIA Novosti. Los severos cambios climáticos en la región pudieron observarse entre los años 850 y 1.250 d.C., con su pico alrededor de los años 1.100 y 1.200.
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Según la arqueóloga, en el centro de México comenzaron a aparecer semidesiertos, debido a lo cual la gente perdió la capacidad de cultivar plantas. Al mismo tiempo, las lluvias azotaban cada vez más la costa oceánica mexicana, lo que llevaba a graves inundaciones, como en el caso de la importante ciudad de El Tajín, el centro de la cultura indígena de Veracruz. Todo esto destruía el régimen tradicional de los habitantes del país.
Peña cree que la destrucción de antiguas ciudades en el norte de Perú también fue causada por el cambio climático. Debido a los cambios en la corriente oceánica, las ciudades se vieron azotadas por lluvias, inundaciones y fuertes vientos.