En 1991 la Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) clasificó el mate caliente como cancerígeno y lo puso en la categoría de riesgo 2A, el grupo que incluye alimentos y productos "probablemente cancerígeno para humanos".
Según BBC Mundo, que tuvo acceso al informe correspondiente de la IARC, en la década de los 90 se realizaron varios estudios que revelan el riesgo de cáncer para aquellos que beben la infusión de yerba mate caliente. Sin embargo, no especifican de qué modo el mate resulta tan peligroso.
Tres estudios de control en Sudamérica investigaron la relación entre el mate y el cáncer de esófago. Uno de los estudios, realizados en Uruguay mostró que "quienes beben mucho mate tenían cerca de diez veces más posibilidades de desarrollar cáncer que las personas que no toman mate", precisa el informe.
Los expertos que llevaron a cabo estas investigaciones concluyeron que el consumo de mate y el cáncer del tracto gastrointestinal superior "sugieren una fuerte asociación".