Una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) es una gran erupción de gas y material solar altamente magnético, que es lanzado violentamente al espacio y que, si va en dirección a la Tierra, este fenómeno puede causar irreparables daños en los satélites y transmisiones de radio.
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Además es capaz de provocar la explosión de los transformadores de las redes eléctricas, pudiendo dejar a oscuras amplias zonas del nuestro planeta, informa la revista 'Space Weather'.
Los sistemas actuales avisan de una gran tormenta de ese tipo con un margen de entre 30-60 minutos, lo cual no es suficiente para tomar medidas de protección ante la amenaza de una enorme nube de material solar.
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Sin embargo una nueva herramienta de medición de la orientación magnética de dichas eyecciones "podría avisarnos con más de 24 horas de antelación para poder hacer frente a los problemas potenciales antes de que sea tarde", dijo Neel Savani, uno de los investigadores de la nueva técnica.
De acuerdo con el científico el método de medición hace uso de una serie de observatorios para poder seguir y modelar la evolución de la nube durante su viaje, tanto como su trayectoria.
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