La particularidad esencial de este modelo es la posibilidad de tocar las imágenes y modificarlas a través del tacto, informa la revista 'IEEE Spectrum'.
La tecnología que se utiliza para la formación de píxeles trimensionales de gas ionizado (plasma) no es nueva. La misma compañía Aerial Burton ya ha presentado otras pantallas de 3D creadas a partir de la misma idea. Su ventaja, a diferencia de la pantalla holográfica, es la independencia total de la imagen respecto al ángulo de visión.
Este avance ha elevado a un nuevo nivel la calidad de las imágenes en tres dimensiones: son interactivas, tangibles y al mismo tiempo completamente seguras.
Los píxeles trimensionales se forman mediante la ionización del aire en el punto focal a través de una serie de impulsos de láser infrarrojo extremadamente cortos, y este aire pasa a través de un escáner de tres dimensiones.
Del escáner salen microgotas de plasma, y el exceso de energía que contienen sale en forma de luz azul-blanca de fotones.
Los píxeles 3D desaparecen muy rápidamente, por lo tanto mantener la estabilidad de la imagen requiere decenas y centenas de miles de impulsos de láser por segundo. Hasta hace poco tiempo, tocar la imagen no era posible ya que quemaba.
En Fairy Lights se utilizan láseres cuyos impulsos son tan cortos que no tienen tiempo para dañar la piel humana. Al mismo tiempo, al tocar el plasma este brilla más y las ondas de choque crean la sensación de tacto.
Los creadores esperan que el avance pueda usarse para crear señalización interactiva brillante e incluso señales que puedan mostrar advertencias animadas fácilmente visibles en situaciones de emergencia.