Aunque en los últimos años han aparecido numerosos objetos de oro en los yacimientos de Boeslunde, el propósito de estas espirales ha dejado perplejos a los arqueólogos, que se refieren al hallazgo como el "enigma de oro", informa The Local.
Las espirales son de oro muy puro y fueron forjadas en un filamento liso de solo 0,1 milímetros de espesor. Algunas piezas miden hasta 3 centímetros y todos juntos pesan entre 200 y 300 gramos. Nadie sabe cuál era su propósito exacto, pero Flemming Kaul, conservador del Museo Nacional de Dinamarca, cree que las bobinas están probablemente relacionadas con gente de la Edad de Bronce que eran conocida por ofrecer oro a potencias superiores como parte de los rituales de sol.
"El sol fue uno de los símbolos más sagrados de la Edad del Bronce y el oro tenía una magia especial", indica Kaul. "Tal vez el rey sacerdote llevaba un anillo de oro en la muñeca, y el oro en la forma de espirales en su capa y su sombrero brillaba como el sol durante las ceremonias rituales solares", presupone el conservador del museo. También se sugiere que el oro pudo haber sido enterrado como parte de un sacrificio.