El futuro pertenece a los que se levantan temprano
Algunas personas se acuestan y se levantan más temprano y otras aprovechan más la noche y por la mañana les cuesta más levantarse de la cama. Los científicos afirman que nuestra relación con el sueño la llevamos escrita en los genes, pero la organización social es implacable y no es muy comprensiva con nuestro reloj interior. Esto pone a los que se levantan más temprano en una posición más ventajosa en la sociedad, escribe Benjamin Delille.
"En la gran mayoría de los puestos de trabajo de hoy la jornada laboral empieza entre las siete y las nueve de la mañana", lo que deja en desventaja a los que tienen dificultades para despertarse temprano. Como la sociedad tiene su ritmo y no se adapta al reloj biológico de cada uno, los madrugadores tienen más posibilidades de triunfar en el ámbito laboral.
"Desde un punto de vista científico, la sensación de sueño se relaciona con nuestra segregación de cortisol, es decir la hormona del despertar, a diferencia de la melatonina [la hormona del sueño]". Poco antes de despertar comienza la segregación de cortisol. "Es esta hormona lo que crea nuestra vivacidad", explica Delille.
"Si un 'ave nocturna' se despierta prematuramente tendrá que esperar más tiempo para que la hormona empiece a segregarse en cantidad suficiente", lo que retrasaría la vivacidad de la persona que habitualmente se levanta tarde y la pondría en desventaja en su carrera, concluye.