Los filipinos Aisa y Raphael Mijeno son los creadores del increíble proyecto. Se trata de una lámpara que tiene una autonomía de 8 horas y que solo necesita un vaso de agua y dos cucharadas de sal de mesa (cloruro de sodio) para funcionar. El nombre del dispositivo es SALt (por sus siglas en inglés Sustainable Alternative Lighting, 'Iluminación Sustentable Alternativa' en español) y está pensado para llegar a zonas donde es difícil el acceso a la electricidad además de por sus cualidades ecológicas, informa el sitio oficial SALt.
SALt utiliza tecnología de celdas galvánicas, pero en lugar de usar electrolitos para su funcionamiento emplea cloruro de sodio. Otra novedad es que el artefacto podría funcionar con agua de mar, lo que facilita y vuelve más accesible su uso. Y para seguirnos sorprendiendo, es capaz de funcionar como cargador USB para dispositivos móviles, afirma el portal Fayer Wayer.
La idea surgió como respuesta al problema que aqueja a 7.000 islas en Filipinas, donde la única solución era utilizar lámparas de queroseno y a largo plazo ello podría tener un impacto negativo en el medio ambiente, sin mencionar el peligro que estas representan.
SALt todavía no está a la venta pero se estima que será lanzado al mercado en 2016. Mientras tanto los creadores probarán 600 unidades en diferentes islas filipinas para medir su calidad y funcionalidad.