"Un horrible futuro amenaza al planeta si no nos ponemos de acuerdo y tomamos ahora mismo acciones decisivas" contra el cambio climático. En esto existe un consenso casi unánime entre los científicos, escriben los economistas Christoph Rheinberger y Nicolas Treich de la Escuela de Economía de Toulouse (Francia) para 'The Economist'. Pero el mayor problema científico es: ¿cómo calcular el costo de los peligros a los que nos enfrentamos y compararlo con el costo de las acciones que tenemos que emprender para detener los procesos que todavía podemos frenar?
Una manera de ver este problema es considerar "que la posibilidad de la extinción masiva de los humanos tiene que inspirarnos para hacer todo lo posible para evitarla". Pero otro punto de vista es que los humanos enfrentan varios riesgos mortales aparte del cambio climático, de manera que no se pueden destinar todos los recursos a un solo problema, explican los autores.
La posibilidad de la extinción masiva de los humanos tiene que inspirarnos para hacer todo lo posible para evitarla
Teniendo en cuenta que son al menos tres los riesgos que 'compiten' entre sí por los recursos que los humanos tienen que destinar para prevenirlos -el cambio climático, los impactos de asteroides y el bioterrorismo-, ¿cuánto "tenemos que invertir para mitigar el cambio climático"?, es la pregunta que plantea en su libro el economista Richard Posner 'Catastrophe: Risk and Response' (catástrofe: riesgo y respuesta), citado por los autores. Otro gran problema económico consiste en calcular si los beneficios económicos de contener el cambio climático compensan su costo.
Y aquí surge otro gran problema: ¿cuál es el coste de la vida humana? Dependiendo de la respuesta a esta pregunta, los científicos dan estimaciones muy diferentes del coste de la desaparición de los humanos. Según Posner, citado por los autores, el valor de la vida de las personas que viven actualmente multiplicado por el valor de la vida de las siguientes generaciones es de 336.000 billones de dólares. Pero independientemente de esta cifra, "cientos de estudios indican que los habitantes de países desarrollados están dispuestos a pagar colectivamente varios millones de dólares para evitar el riesgo estadístico adicional de la muerte", reza la columna.