La prueba, que consistió en el montaje, encendido y posterior combustión del motor, impresionó a los más de 1.200 asistentes que presenciaron durante 535 segundos su funcionamiento y el despliegue de una enorme cortina de humo, informó la NASA en su página oficial.
El RS-25 se caracteriza por su potencia: busca alcanzar un poder de elevación mayor que el de cualquier vehículo espacial actual. El sistema motriz de más de 70 toneladas permitirá en un futuro velocidades de hasta 35.500 kilómetros por hora.
Su diseño, que se asemeja al de los propulsores utilizados en los transbordadores espaciales, ha permitido aumentar su eficiencia y demostrar su alto rendimiento en todas las pruebas realizadas hasta el momento.
El SLS, que contará con cuatro motores de la misma categoría, será parte del sistema de propulsión del vehículo de exploración espacial Orion, que en el año 2018 realizará misiones al espacio profundo y finalmente a Marte.